Entrevista a Alba Ramirez: «Los grupos de trabajo que cuentan con profesionales de ambos géneros, tienen un mayor grado de resolución de problemas»

Alba, una destacada profesional en el ámbito de la formación en línea y autora de los manuales de Prevención de riesgos laborales de Marge Books, posee una trayectoria única marcada por el impulso y la dedicación. Su camino comenzó con la pasión por la fotografía y multimedia, pero pronto se vio inmersa en el creciente mundo de la formación digital. A lo largo de los años, ha superado desafíos y ha fundado su propia empresa, celebrando una década de éxitos este verano.

La historia de Alba es también un testimonio de la resiliencia frente a la desconsideración de género. Aunque ha experimentado situaciones desafiantes, ha encontrado apoyo y reconocimiento en la transparencia y la confianza en sí misma. Inspirada por mujeres fuertes en su familia, Alba no solo ha forjado su camino, sino que también se ha convertido en un referente para otras mujeres que aspiran a desarrollarse en este campo.

En esta entrevista, Alba comparte sus experiencias, reflexiones sobre la diversidad de género en el entorno laboral y ofrece valiosos consejos para aquellas mujeres que buscan crecer en este apasionante ámbito de la formación y la tecnología.


Cuéntame sobre tu experiencia personal en el ámbito de la formación online, ¿Por qué decidiste empezar en este campo?

Estudié fotografía y multimedia y mi idea era especializarme en el ámbito de la animación digital. Justo en ese momento hubo un bum en la formación en línea para mejorar los típicos powerpoints y crear contenido más atractivo, y todos los trabajos que encontré estaban orientados a este sector.

La mayoría de mis jefes han apostado por mí y me han respaldado, así que, poco a poco, las oportunidades me llevaron a formarme y especializarme en este sector.

Hoy en día tengo una empresa propia que cumple diez años este verano, donde nos dedicamos a la creación de contenido en línea a medida para empresas y el soporte IT y de gestión de alumnos necesario para llevar a cabo las experiencias formativas.

¿Te has encontrado con dificultades para crecer en tu carrera por el hecho de ser mujer? ¿Alguna vez has sentido desconsideración por tu género?

A lo largo de mi experiencia profesional me he encontrado en situaciones de desconsideración, sobre todo cuando era más joven. Pero, en general, he tenido bastante suerte y pocas veces me he encontrado con dificultades para avanzar.

A día de hoy me siento afortunada por rodearme de gente que reconoce mi profesionalidad, y mis esfuerzos por aprender y mejorar cada día. 

La transparencia es un punto importante en mi día a día en el trabajo, y el hecho de poder confiar con clientes y proveedores hace que las relaciones sean mucho más amables y satisfactorias. En esta realidad, cuando aparecen nuevas personas que cuestionan o quebrantan esa convivencia, lo mejor suele ser no colaborar con ellas, puesto que para mí el inicio de proyectos se basa en este entorno de confianza.

¿Hubo mujeres que te inspiraron o que consideras modelos a seguir en tu actividad profesional?

En mi familia el valor del esfuerzo y el trabajo ha estado siempre presente y ha sido uno de los pilares de mi educación. Cuando yo era pequeña mi madre trabajó y estudió durante muchos años, mientras se encargaba de nosotras y de la casa. Mi tía también estudiaba y trabajaba para conseguir el doctorado, y mi hermana siguió sus mismos pasos. Ambas son ahora dos profesionales reconocidas y de talento de las que estoy muy orgullosa, y con quien tengo la suerte de compartir pensamientos y vivencias todos los días.

Así que, sí, ellas son quienes me inspiran y motivan para seguir creciendo.

¿Qué consejos le darías a las mujeres que quieren desarrollar su carrera en este ámbito?

En esta nueva normalidad, estamos en continuo cambio, y en un trabajo en contacto con las tecnologías como es el mío, hay que estar en continuo crecimiento, aprender nuevas funcionalidades, conocer herramientas, …

No creo que haya consejos específicos para desarrollar una carrera profesional concreta. Para todas es importante tener unos objetivos claros y apostar por una educación continua, buscando especializarse en los campos de más interés para cada una.

Hay que tener confianza en una misma, saber quién eres y actuar conforme a esto.

Desde tu perspectiva, ¿cómo beneficia la diversidad de género en la formación en la industria?, por ejemplo, en términos de colaboración, innovación o eficiencia.

El hecho de contar con diversidad en el equipo permite una mayor variedad de talento y, por tanto, amplía las diferentes perspectivas que se pueden tener.

El entorno de trabajo se vuelve más productivo, porque trabajar en un ambiente diverso promueve pensamiento autocrítico y nos lleva a buscar soluciones más eficaces y creativas.

Esto mejora tanto la colaboración como el incremento de innovación y, por tanto, la calidad del producto o servicio. Y esto nos lleva a mejorar las relaciones con los clientes, y mejorar la contratación y la retención de personal y la reputación de la empresa.

¿Cómo crees que se puede fomentar la participación de más mujeres en roles de gestión o de liderazgo desde etapas tempranas, como la educación y la formación?

Es importantísimo que lo vean desde su primera infancia, pero no creo que sea algo que puedas explicar un día en el colegio, sino más bien algo que viene dado como consecuencia a convivir con ello a diario.

Es necesario que puedan ver y conocer las historias de grandes inventoras, científicas, deportistas, artistas, pero sobre todo es necesario que lo vean en su vida diaria. Las historias del pasado están muy bien, pero no las asumen como reales, sino como cuentos.

Es algo que veo en mi hija y sobrinas. Ellas viven con nosotras y nos ven trabajar diariamente, gestionando equipos y liderando proyectos de distinta índole (también compaginando sus extraescolares con las reuniones y entregas). Mi hija me pregunta a menudo con qué estoy trabajando, qué le he pedido a mi equipo hoy, como ha ido la reunión y que me han contestado y, por tanto, para ella, es algo normal en el trabajo.

En otros entornos, donde esta convivencia no existe, es mucho más difícil establecer esta normalidad, y por eso el papel en los colegios es fundamental para conseguir un entorno seguro, donde exista una cultura de respeto e igualdad y donde las niñas puedan sentirse seguras para creer en sus capacidades y alcanzar la confianza a través de esos valores.

La gestión empresarial a menudo implica horarios exigentes. ¿Cómo has logrado mantener un equilibrio entre tu vida laboral y personal?

El hecho de trabajar en mi propia empresa me permite gestionar los horarios a mi manera. Es cierto que lo que más cuesta es encontrar tiempo personal. Dedicas muchas horas al trabajo y a la familia, pero es difícil encontrar momentos para ti cuando tienes tantas responsabilidades.

Para esto, es importante tener un buen equipo que pueda llegar a donde tú no puedes, y tengas la suficiente confianza para derivar en él el trabajo que no puedes asumir. Este es uno de los puntos más difíciles, pero desde que he podido delegar parte de mis competencias al equipo, creo que tanto el trabajo como mis horarios han mejorado notablemente.

En este sentido, también abogo para que mis compañeras tengan esa misma flexibilidad y puedan gestionar sus horarios según sus necesidades.

¿Cómo visualizas el papel de las mujeres en la industria en el futuro?

Actualmente hay escasa participación de mujeres en la industria tecnológica. Como en muchos otros sectores estamos subrepresentadas y esto es difícil de cambiar si no cambian las políticas ni la mirada de la sociedad, y esto último es muy difícil.

La automatización de los puestos de trabajo también va en detrimento del trabajo de las mujeres, así que tenemos que conseguir que todas tengamos las mismas oportunidades.

Según mi experiencia, los grupos de trabajo que cuentan con profesionales de ambos géneros, tienen un mayor grado de resolución de problemas, así que me gustaría animar a las personas que todavía no han apostado por ello a comprobarlo por sí mismas.

¿Qué cambios te gustaría ver?

Me gustaría verlas cada vez más arriba de la pirámide jerárquica sin necesidad de que eso les impida dejar atrás cosas valiosas para ellas.

Me gustaría que no sepan que significa “techo de cristal” o “suelo pegajoso”. En la mayoría de los casos, la carrera de las mujeres se estanca por los prejuicios sobre la preparación, capacidad o disponibilidad para el desempeño de puestos de mayor responsabilidad.

Me gustaría eliminar la brecha salarial y que la conciliación laboral, familiar y personal fuera más fácil para ellas.

Y, sobre todo, me gustaría no volver a oír jamás nada relacionado con el acoso.


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